Se dice que el colesterol no avisa y es verdad. Sin un análisis de sangre previo, es imposible asegurar si se tiene o no la enfermedad. Sin embargo, hay una serie de síntomas que pueden ponernos en alerta. Te contamos cuáles son y, si crees que puedes tener alguno de ellos, te recomendamos acudir a tu médico de confianza.
Hinchazón de las extremidades
Se trata de uno de los síntomas iniciales del colesterol alto. Esta reacción se produce cuando la circulación no es óptima disminuyendo así el paso del oxígeno hacia los músculos.
Indigestión
El exceso de colesterol afecta al sistema digestivo. Por eso, es habitual tener la sensación de indigestión y pesadez, sobre todo, al ingerir alimentos con altos contenidos de grasas.
Mal aliento
La halitosis y la sequedad en la boca son problemas frecuentes entre los pacientes con el colesterol alto. Vienen provocados por las dificultades en la digestión que citábamos en el punto anterior.
Dolor de cabeza
En ocasiones, los mareos, las pérdidas de equilibrio y las cefaleas son consecuencia de la mala oxigenación celular generada por el colesterol depositado en las arterias.
Dolor en el pecho
Un síntoma muy fácil de identificar que, aunque son muchas las dolencias asociadas a su aparición, en la mayoría de los casos tienen que ver la presencia de colesterol malo en el organismo.
Intolerancias alimenticias
La acumulación excesiva de colesterol en el hígado es una causa común en el desarrollo de nuevas intolerancias alimenticias.
