El colesterol alto es un peligro silencioso ya que no provoca ningún síntoma ni dolor en el paciente. Sin embargo, pese a esa ausencia de síntomas, sus consecuencias pueden ser fatales y de ahí la importancia de realizarse chequeos periódicamente. Os contamos qué sucede cuando tenemos el colesterol alto y sus posibles complicaciones.
Cuando tenemos un exceso de colesterol, éste se deposita en la pared arterial. Si con el tiempo va aumentado, forma la placa de ateroma. Dicha placa estrecha los vasos sanguíneos y los hace menos flexibles, lo que produce la enfermedad ateroesclerosis o endurecimiento de las arterias. Este proceso reduce el flujo sanguíneo a través de las arterias, lo que puede provocar las siguientes complicaciones:
- Dolor en el pecho: Si las arterias afectadas son las que proporcionan sangre al corazón, es posible sufrir de angina de pecho u otras enfermedades coronarias.
- Ataque cardíaco: Las placas con mucho colesterol son inestables y pueden romperse provocando un coágulo que impida el flujo de la sangre. Si por este motivo se suspende el flujo sanguíneo a una parte del corazón, se tiene un ataque cardíaco.
- Accidente cerebrovascular: La placa también puede acumularse en las arterias que llevan sangre al cerebro y a las extremidades. Esto conduce a un accidente cerebrovascular o a una enfermedad arterial periférica.
Con todo, no hay porqué asustarse, mantener el colesterol en unos niveles adecuados es sencillo mediante hábitos de vida saludables y una dieta equilibrada.
Añadiendo además a tu rutina diaria una botellita del nuevo KAIKUCOL PLUS, conseguirás una reducción superior que el resto de reductores lácteos de hasta 12,5% de 2 a 3 semanas.
