¿Cuántas veces os ha pasado que habéis empezado a practicar algún tipo de actividad física (natación, spinning, yoga…) y al cabo de un tiempo habéis terminado dejándolo por pereza o aburrimiento?. Esto sucede porque no hemos elegido el deporte idóneo para nosotros, ya sea por nuestra edad, condición física o gustos. Te mostramos qué aspectos hay que tener en cuenta antes de optar por uno u otro deporte.
Personalidad
¿Eres una persona nerviosa? ¿Constante? ¿Te gusta estar solo, o por el contrario, prefieres estar rodeado de otras personas? Conocer aspectos significativos de tu personalidad te ayudará a elegir el deporte que va más contigo. Por ejemplo, las personas autoexigentes y constantes disfrutarán tonificando su cuerpo en las máquinas del gimnasio. En cambio, si eres de los que se aburre enseguida deberás optar por actividades más dinámicas como el baile o el aerobic. La natación es ideal para personas reflexivas que valoran estar solas, no así para las más sociables que deberán buscar necesariamente actividades que se practiquen en grupo.
Objetivos
Antes de elegir un deporte debes saber por qué y para qué lo prácticas. Tener claro unos objetivos y ver qué los estás cumpliendo, te animará a seguir con ello. Así, las personas que quieran perder peso deberían elegir actividades de cardio que les hagan sudar. Los que busquen músculos más fuertes tendrán que ir al gimnasio o sumarse a la moda del crossfit. Si lo que queremos es liberarnos del estrés, recomendamos actividades como el yoga o el taichí que ayudan a relajarse.
Edad
Es importante saber que algunas disciplinas físicas no son tan saludables según la edad que tengamos. Y es que no es lo mismo practicar deporte a los 50 años que a los 20. Cuando somos jóvenes nuestro cuerpo está preparado para jugar al fútbol o el baloncesto pero según vayamos superando las treintena deberíamos dejarlos de lado y apostar por otros deportes como el trekking o la bicicleta. A partir de los 40, debemos actuar con sentido común y no ponernos las mismas metas deportivas que teníamos con 25 años. Pese a ello, nunca debemos dejar de movernos ya que existen actividades como el yoga, el pilates o simplemente dar un paseo que son perfectas para cualquier edad.
Ritmo de vida
Finalmente, debemos ser realistas y elegir aquellas actividades que son compatibles con nuestros horarios y estilo de vida. Si cada día salimos a un hora diferente del trabajo, no podremos apuntarnos a clases con un horario preestablecido ya que no llegaremos a la mayoría de ellas. Saber del tiempo real qué vamos a disponer al día para practicar deporte, nos ayudará a desechar aquellos deportes que requieran una excesiva preparación o que haya que trasladarse lejos para practicarlos.
Dicho todo esto, recuerda que realizar una actividad física nunca debe ser una obligación sino todo lo contrario. Debe ser un momento de satisfacción que nos permita relajarnos y olvidarnos de nuestra quehaceres diarios. Elegir el que más se acerque a nuestra motivaciones, gustos y capacidades hará que lo practiquemos durante más tiempo sin tirar la toalla.
