Practicar ejercicio es uno de los propósitos de año nuevo más recurrentes. Más si cabe, si sabes que tienes el colesterol alto y debes reducirlo. A continuación, repasamos los deportes que más fácilmente te ayudarán a cumplir tu objetivo.
Power walking o “caminar a paso ligero”
Cada vez más personas se han sumado a la moda del power walking. Consiste en caminar a un paso que ronde el 60% de la frecuencia cardíaca máxima. Al tratarse de un ejercicio de intensidad moderada, no se necesitan grandes condiciones físicas y puede practicarse a cualquier edad. Proporciona múltiples beneficios a nuestra salud cardiovascular, ya que aumenta el tamaño de las cavidades del corazón y de los vasos sanguíneos.
Aquagym
Aunque comenzó como un método de rehabilitación, hoy día son muchas las personas que acuden semanalmente a clases de aquagym. Al realizar movimientos de gimnasia dentro del agua se fortalecen las articulaciones y la musculatura del cuerpo y se consigue más resistencia cardiopulmonar. Igualmente, gracias al efecto del agua mejora nuestra circulación sanguínea.
Spinning
Gracias a los cambios de ritmo, la música y los ánimos de los profesores, la hora pasa volando y, por eso, cada vez son más los que practican spinning en su gimnasio. Al pedalear sobre una bicicleta estática, aumenta nuestra ritmo cardíaco y baja la presión. De esta manera, el corazón economiza sus recursos y se reducen en un 20% las probabilidades de sufrir un infarto. Otra de las ventajas de esta actividad aeróbica es que apenas ejerce presión en las articulaciones evitando lesiones.
Aerobic (Aero-Salsa, Aero-Box, Zumba…)
Nacida allá por los años 70, el aerobic es un tipo de gimnasio que se realiza al son de la música. Poco a poco, ha ido evolucionando y adaptándose a estilos de música más actuales. Su objetivo es aumentar la frecuencia de las pulsaciones cardíacas, lo cual afecta de manera positiva en el sistema cardiovascular. Entre otros beneficios, aumenta el tamaño de las cavidades del corazón y fortalece el músculo cardíaco. Según el grado de intensidad puede practicarse a cualquier edad mejorando la flexibilidad, la coordinación, la orientación y el ritmo.
